viernes, 24 de octubre de 2008

La canción de la mañana

Suena el despertador: me levanto sin despertar.
Cual sonámbula me deslizo por las habitaciones. Me aseo en el baño, me visto en el cuarto, desayuno en la cocina y, a pesar de la ducha, la ropa tibia, el café y el cereal, deambulo por la casa como una marioneta tirada de hilos invisibles, mientras mi subconsciente hace de las suyas: aún no he despertado.
Así bajo hasta la parada de autobuses, un par de minutos luego (tras un sutil forcejeo para dominar mis ojos y evitar que se cierren) llega el autobús. Supongo que por mi estado matutino de excesiva pasividad el bus abarrotado de gente nunca me molesta en las mañanas. Bajan unos cuantos pasajeros y, al subir, logro encontrar un asiento casi al final junto a la ventana. Colocó en cada uno de mis oídos los audífonos de mi reproductor de música y lo enciendo; suena light of day de Tommy Stinson y es allí cuando empieza a amanecer.
Déjo que la música me acurruque y, aunque siento que todavía duermo, mis ojos se llenan de luz, una claridad indefinida que se cuela entre las hojas de los árboles, pareciendo que se disparan en destellos al autobús. We´ll always make it through the day, recita Stinson en mis oídos. Veo como se alzan los edificios de abajo mientras respira el Ávila y en una de esas inhalaciones, por unos minutos, dejo de ser yo: mi cuerpo está exhausto pero mi mente, indómita e inquieta, juguetea conmigo. Quisiera no estar allí sino envuelta en sábanas en medio de la nada: And everyone´s looking for some place, they´re just killing more time than space. Poco a poco todo va agarrando forma y el espacio que me rodea se arma en la medida en que todo se ordena: las nubes grises en el cielo, el Ávila ya a mis espaldas, los carros casi rozando mi brazo y aunque todo está ahí, a mi lado, yo no estoy. Some nights I wish than the sun would never show its face. Mi despertar ocurre cuando apareces tú. Y te pienso en mi cama mientras tarareo. The moon´s got a way to lighting you, the way no picture is ever going to; y tú estás allí, a mi lado, en la nada. Evoco la noche, lo que sucedió e imagino lo que puede pasar ahora (o lo que puede dejar de pasar), we´ll laugh at the expense of all their grief, you never made me feel like I´m a creep. Como si la canción supiera algo que yo no, susurrándome esa mañana al oído mientras yo sueño en ese autobús, me abraza en la imaginación. Una calidez inmensa me entibia la fría desconfianza, derrite el miedo y protege la ilusión. Just look at everyone, no one really knowing why they´re here. Despierto de mi ensimismamiento y, por primera vez desde que dejé la cama- sé que no duermo más. Me encuentro de pronto apretujada en la fila para salir del bus, respirando las voces altas, oliendo los roces de los codos y brazos: la canción (así como el viaje en autobús) está a punto de terminar: trying so hard not to disappear. Cierro los ojos por última vez escuchando los últimos versos, callando el sueño de que Stinson me comprende y sonrío: some nights it feels like the moon is just a light above our graves. Abro los ojos a la mañana, a una nueva oportunidad para ti y para mí, dejando atrás el sueño, y con él, todo lo que no puede ser.
No despierto a las 8am cuando suena la alarma del despertador, sino hora y media más tarde con la canción de la mañana.

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